Los días no trabajados debido a bajas por salud mental se duplican en cinco años y las incapacidades duran casi 100 días de media

I. CONTEXTO E IDENTIFICACIÓN DEL TEMA

Tema central:
El artículo expone un aumento significativo en las bajas laborales por motivos de salud mental en España, destacando que se han duplicado en cinco años. Estas incapacidades tienen una duración media cercana a los 100 días. Se señala una mayor afectación en mujeres y en el sector servicios, y se resalta la falta de políticas efectivas para mitigar este fenómeno.

Actores involucrados:

  • Trabajadores/as afectados por problemas de salud mental.
  • Empresas e instituciones laborales.
  • Sistema de salud pública y privada.
  • Administraciones públicas responsables de salud y trabajo.
  • Sociedad civil (en cuanto a percepción del bienestar y productividad).


II. APLICACIÓN DE PERSPECTIVAS FILOSÓFICAS

A. Filosofía de la Ética y la Responsabilidad (Hans Jonas)

El incremento de enfermedades mentales en el entorno laboral impone una urgente responsabilidad ética hacia el presente y el futuro. Según Jonas, el “principio de responsabilidad” obliga a tomar decisiones hoy que no pongan en riesgo el bienestar de las generaciones venideras. El deterioro psicológico extendido compromete la sostenibilidad humana y social del trabajo.

  • Ética del futuro: No se trata solo de resolver el problema actual, sino de generar entornos de trabajo que no reproduzcan condiciones patógenas.
  • Llamado a la acción pública y empresarial: La ausencia de respuestas estructurales podría interpretarse como una omisión ética grave.

B. Filosofía del Poder y el Discurso (Michel Foucault)

La salud mental emerge aquí no sólo como condición clínica, sino como categoría discursiva construida en relación con el poder laboral y las normas de productividad.

  • Regímenes de verdad: El artículo legitima una narrativa donde el agotamiento psíquico se convierte en evidencia empírica de una crisis estructural.
  • Biopolítica: La regulación de la vida humana (salud, productividad, normalidad) queda evidenciada en cómo se gestionan y visibilizan estas incapacidades.

C. Crítica a la autoexplotación y transparencia (Byung-Chul Han)

Han plantea que el sujeto contemporáneo se autoexplota bajo la ilusión de libertad y rendimiento. El artículo muestra cómo este patrón de comportamiento conduce a estados depresivos o ansiosos.

  • Autoexplotación: La “positividad del poder” lleva al sujeto a exigirse hasta quebrarse.
  • Crisis del rendimiento: El aumento de bajas puede leerse como síntoma de una estructura laboral que ha traspasado los límites de lo humano.

D. Pensamiento sistémico y complejidad (Niklas Luhmann / Edgar Morin)

El fenómeno descrito debe ser interpretado dentro de un sistema complejo donde interaccionan salud, economía, cultura, política y tecnología.

  • Luhmann aportaría la noción de sistemas autopoiéticos: el sistema laboral está generando dinámicas autodestructivas que lo hacen menos eficiente.
  • Morin invita a ver la interdependencia entre bienestar mental, organización del trabajo y estilo de vida: una crisis de salud es también una crisis de civilización.

E. Disrupción y devenir (Gilles Deleuze)

Este aumento de bajas podría leerse también como una línea de fuga, una forma en que los cuerpos escapan de los sistemas rígidos del trabajo normativo.

  • El sujeto “deviene enfermo” no solo por vulnerabilidad, sino como gesto involuntario de resistencia al régimen de productividad.
  • Lo que parece una crisis puede interpretarse también como emergencia de nuevas formas de decir “basta”.

F. Modernidad líquida (Zygmunt Bauman)

En una sociedad caracterizada por la inestabilidad y la precariedad emocional, las estructuras que antes ofrecían sentido (trabajo, familia, comunidad) se han vuelto frágiles o disfuncionales.

  • El trabajo ya no es garantía de identidad ni de estabilidad.
  • Las incapacidades por salud mental son síntomas líquidos: respuestas individuales a problemáticas colectivas.


III. IDENTIFICACIÓN DE OPORTUNIDADES Y RIESGOS

Oportunidades:

  • Llamado de atención sobre la necesidad de redefinir el trabajo desde una perspectiva de cuidado y sostenibilidad humana.
  • Posibilidad de construir discursos más críticos e inclusivos que integren la salud mental como un derecho social básico.
  • Reconfiguración de modelos laborales más éticos, flexibles y empáticos.

Riesgos:

  • Naturalización del sufrimiento psíquico como “coste inevitable” del trabajo moderno.
  • Reproducción de un discurso que individualiza el problema y oculta su origen estructural.
  • Invisibilización de causas como la precariedad, desigualdad o violencia organizacional.


IV. CONCLUSIÓN

El artículo revela un fenómeno de enorme gravedad: la creciente incidencia de la salud mental como factor disruptivo del sistema laboral. Leído filosóficamente, este fenómeno interpela nuestras estructuras éticas, discursivas y organizativas. Invita a repensar qué entendemos por trabajo, éxito, cuidado y responsabilidad colectiva. Más allá de los números, lo que está en juego es el modelo mismo de sociedad en que queremos vivir y trabajar.