Modelo de desnudos, un trabajo extra para actores y bailarines: "Te sientes seguro, son estudiantes de arte, no te miran con morbo"

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I. Introducción y contexto del texto

El artículo aborda el trabajo de modelos de desnudos en escuelas de arte, enfocándose en cómo actores, bailarines y otros profesionales del cuerpo recurren a esta ocupación como fuente de ingresos adicional. A través de testimonios de modelos y docentes, se destacan aspectos como el respeto del entorno artístico, la ausencia de erotización en el proceso, y la percepción del cuerpo como herramienta de expresión y estudio.

Este fenómeno se sitúa en un cruce entre arte, economía precaria, corporalidad y ética de la mirada, y se desarrolla dentro de un contexto sociocultural en el que la exposición del cuerpo suele estar cargada de significaciones morales, sexuales o laborales.


II. Aplicación de perspectivas filosóficas

A. Creatividad y emergencia (Bergson, Whitehead)

  • Élan vital y duración (Bergson):
    El trabajo de los modelos no se presenta como simple exposición estática, sino como una continuidad creativa vinculada a la danza, el teatro o el performance. El cuerpo se convierte en vehículo de expresión plástica, donde el tiempo y el movimiento internalizados por los modelos dan vida a las poses.

  • Proceso y armonía (Whitehead):
    El entorno artístico funciona como un sistema donde la creatividad emerge de la colaboración entre quien posa y quien dibuja. El equilibrio entre lo nuevo (la individualidad del cuerpo) y lo estructurado (los ejercicios académicos) refleja un dinamismo estético y formativo.

B. Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)

  • Líneas de fuga y devenir (Deleuze):
    El trabajo como modelo desnudo puede entenderse como una forma de escapar del circuito laboral tradicional, convirtiendo la vulnerabilidad corporal en un recurso activo. Es una figura liminal que desestabiliza fronteras entre trabajo, arte y exposición íntima.

  • Poder y régimen de verdad (Foucault):
    El discurso que legitima este trabajo se construye sobre el lenguaje del arte. Se delimita lo que puede considerarse “mirada limpia” frente al “morbo”. Esto revela un régimen de verdad donde el poder disciplinario no se elimina, sino que se transforma: se ejerce a través del marco institucional del arte, que decide cuándo el cuerpo es aceptable como objeto de estudio.

C. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

  • Responsabilidad del entorno educativo:
    El artículo subraya que el entorno artístico es respetuoso, pero no problematiza profundamente el desequilibrio de poder potencial entre quienes observan y quienes son observados. Desde una ética del futuro, convendría preguntarse: ¿qué tipo de pedagogía corporal se está cultivando? ¿Se promueve una cultura del respeto o se confía exclusivamente en el carácter simbólico del "arte"?

D. Sistemas y complejidad (Luhmann, Morin)

  • Sistema educativo como subsistema del arte (Luhmann):
    Las academias de arte se autorregulan mediante códigos internos de respeto y legitimación. El artículo refleja esta autopoiésis al presentar las normas no como externas, sino como inherentes al sistema artístico.

  • Pensamiento complejo (Morin):
    El artículo apenas alude a la intersección entre economía, género, arte y ética. Una visión más compleja requeriría articular cómo se entrelazan estos elementos en la figura del modelo, quien se convierte en nodo donde convergen estética, precariedad y performatividad del cuerpo.

E. Transparencia y autoexplotación (Byung-Chul Han)

  • Exposición voluntaria del cuerpo:
    Aunque el modelo actúa dentro de un marco artístico, no deja de existir una forma de “autoexplotación” simbólica. La elección de mostrarse (como estrategia económica) puede estar atravesada por dinámicas de invisibilidad social de ciertos trabajos, así como por la necesidad de monetizar el cuerpo en entornos supuestamente seguros.

F. Lenguaje, discurso y hegemonía (Wittgenstein, Gramsci)

  • Juego de lenguaje artístico (Wittgenstein):
    El artículo emplea un léxico que codifica el cuerpo desnudo como herramienta de trabajo neutralizada: “no te miran con morbo”, “es para estudiar”. Esto configura un juego de lenguaje que protege la práctica pero también oculta sus ambigüedades.

  • Hegemonía cultural (Gramsci):
    La narrativa del respeto y la desexualización puede funcionar como mecanismo de legitimación dentro de un entorno hegemónico donde el arte es lo suficientemente prestigioso para desactivar lecturas críticas sobre desigualdad o erotización encubierta.


III. Conclusión: riesgos, oportunidades y hallazgos conceptuales

Oportunidades:

  • Revalorización del cuerpo humano como objeto de estudio artístico sin caer en cosificación explícita.

  • Integración entre prácticas corporales (danza, teatro) y expresión plástica, desde una lógica de creatividad compartida.

  • Visibilización de trabajos normalmente considerados marginales o invisibilizados.

Riesgos:

  • Posible naturalización de dinámicas de poder desiguales bajo el paraguas del “arte”.

  • Falta de problematización sobre la precariedad laboral que lleva a muchos a aceptar este tipo de trabajos.

  • Discurso que desactiva la crítica ética mediante el lenguaje estético.

Hallazgos filosóficos clave:

  • El cuerpo como nodo entre expresión creativa (Bergson), sistema educativo (Luhmann) y campo de poder (Foucault).

  • El modelo de desnudo como figura que encarna simultáneamente la autoexplotación estética (Byung-Chul Han) y la línea de fuga laboral (Deleuze).

  • El lenguaje como herramienta de neutralización moral (Wittgenstein), que configura un espacio de legitimación simbólica (Gramsci).