Una institución afín a la Casa Real de Marruecos denuncia "actos hostiles" contra los marroquíes en España

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1. Introducción y contexto

El artículo aborda la denuncia pública de la Fundación Hassan II para los Marroquíes Residentes en el Extranjero, vinculada a la Casa Real marroquí y presidida por la princesa Lalla Meryem, respecto a una serie de incidentes y decisiones institucionales que afectan a la comunidad marroquí en España.
Los hechos incluyen ataques físicos (incendio de mezquita), agresiones verbales y digitales (mensajes de odio), así como medidas políticas (suspensión del Programa de Enseñanza de Lengua Árabe y Cultura Marroquí en la Comunidad de Madrid y restricciones a prácticas religiosas en Jumilla).
El texto refleja un momento de tensión diplomática, social y cultural, con implicaciones en la convivencia y en la política exterior hispano-marroquí.


2. Aplicación de perspectivas filosóficas

A. Creatividad y emergencia (Bergson, Whitehead)

El programa educativo suspendido encarna un intento de preservar y transmitir identidad cultural, actuando como un puente creativo entre dos sociedades.
Desde Bergson, se podría ver como parte del élan vital cultural que permite a una comunidad evolucionar sin perder su continuidad. Su suspensión interrumpe ese flujo.
Whitehead invitaría a considerar si las decisiones políticas están buscando armonizar lo nuevo (integración) con lo existente (identidad cultural) o si están generando fricciones disruptivas.

B. Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)

Foucault señala que todo discurso está imbricado en relaciones de poder. Aquí, la narrativa sobre “seguridad” o “integración” puede encubrir dinámicas de exclusión y redefinir los límites de lo aceptable en el espacio público (regímenes de verdad).
Deleuze observaría líneas de fuga en las reacciones de la sociedad civil y la propia Fundación, que buscan escapar del marco de tensión y abrir alternativas de convivencia.

C. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

El principio de responsabilidad exige prever las consecuencias a largo plazo de las decisiones presentes. Suspender un programa cultural o tolerar incidentes hostiles puede generar fracturas sociales irreversibles y aumentar el riesgo de radicalización o desintegración comunitaria.
El deber ético sería actuar con prevención y cuidado, no solo con reacción posterior.

D. Sistemas y complejidad (Luhmann, Morin)

Desde Luhmann, el sistema mediático y político actúa reproduciendo sus propias lógicas: la polarización política interna en España interactúa con la diplomacia marroquí, retroalimentando tensiones.
Morin vería un problema de pensamiento fragmentado: los incidentes son abordados de forma aislada (mezquita, programa educativo, mociones municipales) sin integrar su interdependencia cultural, diplomática y social.

E. Tecnología y transparencia (Byung-Chul Han)

El papel de las redes sociales en la propagación de mensajes de odio ilustra la “transparencia” hostil y la exposición constante que describe Han. La visibilidad digital no siempre fomenta diálogo; a menudo amplifica el conflicto y el cansancio social.

F. Colonialismo y representación (Fanon)

Fanon alertaría sobre cómo estos discursos y medidas pueden reactivar memorias coloniales (como la referencia a la Marcha Verde) y perpetuar relatos de dominación o exclusión cultural. Esto afecta a la identidad de las comunidades migrantes y a su reconocimiento como ciudadanos plenos.


3. Oportunidades y riesgos

Oportunidades

  • Reafirmación de valores democráticos si la respuesta institucional y social es firme y coherente con la defensa de derechos.

  • Apertura a un debate más amplio sobre integración, pluralidad y memoria histórica en España.

  • Posibilidad de reformular el programa educativo con mayor transparencia y participación conjunta de las dos partes.

Riesgos

  • Escalada de tensiones diplomáticas entre España y Marruecos.

  • Consolidación de narrativas xenófobas y normalización de la exclusión cultural.

  • Fragmentación social interna y deterioro de la convivencia.

  • Pérdida de confianza en instituciones públicas por parte de comunidades migrantes.


4. Conclusión

El texto expone un episodio en el que la intersección de identidades, diplomacia y política interna pone a prueba los valores democráticos y la cohesión social.
Bajo la óptica de Foucault, se evidencian relaciones de poder que definen quién puede enseñar su cultura y en qué condiciones. Jonas advierte de la necesidad de actuar con visión de futuro, evitando daños irreparables a la convivencia. Fanon recuerda que las heridas coloniales siguen vivas y que los gestos políticos pueden reactivarlas.
Un abordaje sistémico (Morin) sería esencial: conectar las dimensiones culturales, diplomáticas y de seguridad para evitar que incidentes aislados alimenten ciclos de hostilidad.

La clave filosófica: sin un reconocimiento mutuo que incluya la voz y la dignidad de las comunidades implicadas, la democracia se vacía de contenido y la convivencia se convierte en un ideal frágil.