Los jueces ven insuficientes las nuevas plazas para violencia machista y vaticinan un "colapso": "Dañará la atención a las víctimas"

1. Introducción breve

La noticia de 20 minutos informa que los jueces especializados en violencia sobre la mujer consideran insuficientes las 50 plazas de jueces y 42 de fiscales creadas por el Gobierno para hacer frente a la ampliación de competencias previstas por la Ley de Eficiencia Judicial. A partir de octubre, estos juzgados deberán asumir también todos los casos de agresiones sexuales, estén o no vinculadas a la pareja, lo que significará un aumento del 20 % de su carga de trabajo. Jueces alertan de un colapso “inminente” que perjudicaría la atención de las víctimas.


2. Análisis filosófico

A. Ética y responsabilidad – Hans Jonas

La reforma prioriza la expansión de competencias sin asegurar recursos adecuados. Desde la ética de responsabilidad, fallar en prever las consecuencias estructurales (desatención, revictimización) supone actuar sin la debida contención moral, descuidando el deber hacia las víctimas futuras.

B. Poder y discurso – Michel Foucault

El discurso político que presenta la creación de plazas como suficiente oculta una estructura de poder que impone una carga adicional sobre los juzgados especializados. Al imponer cambios jurídicos acelerados, se construye un “régimen de verdad” que desdibuja la realidad sistémica: la violencia de género ya no es prioritaria, sino una extensión más dentro de un sistema judicial sobrecargado.

C. Sistemas sociales – Niklas Luhmann & Edgar Morin

Se observa una dinámica autopoiética: el sistema judicial se autoorganiza adaptando juzgados, cargas y funciones sin una visión integrada. La respuesta es reactiva y sectorial, no sistémica. Falta una aproximación compleja (Morin) que integre recursos, formación, asistencia psicosocial y evaluación continua.

D. Tecnología, transparencia y autoexplotación – Byung‑Chul Han

Aunque la reforma no se basa en tecnología, sí impone procesos acelerados y presión institucional. Esto refleja una lógica neoliberal: más con menos, productividad judicial frente a la necesidad humana. La transparencia del discurso técnico oculta una autoexplotación de los operadores judiciales y una pérdida de sensibilidad.

E. Disrupción y diferencia – Gilles Deleuze

No se aprecia ninguna línea de fuga hacia nuevas formas de gestión o organización. La reforma reproduce lógicas centralistas y jerárquicas, sin fomentar estructuras locales, proxémicas o colaborativas (proximidad geográfica, mediación, redes de atención). Las oportunidades creativas quedan desaprovechadas.

F. Crítica ideológica y hegemonía – Žižek & Gramsci

El discurso institucional, que habla de “refuerzo judicial”, actúa como hegemonía: legitima decisiones que silencian la precariedad sistémica. Žižek denunciaría la ilusión de que “más plazas” implica mejor atención, cuando en realidad se prolonga la lógica neoliberal. Gramsci señalaría cómo se impone el consenso mediático minimizando la voz de los operadores judiciales y víctimas.


3. Oportunidades y riesgos

Oportunidades Riesgos
Impulsar una reflexión profunda sobre recursos y modelo judicial en violencia de género. Sobrecarga institucional que puede derivar en retrasos y revictimización.
Catalizar reformas que integren psicología, formación y tecnología en procedimientos. Desvinculación del problema estructural: cultura de violencia y desigualdad.
Incentivar coordinación interinstitucional real. Normalización de soluciones técnicas que no atienden la dignidad.

4. Conclusión

La ampliación de competencias sin recursos adecuados expone un déficit ético, organizativo y político. Para evitar el colapso anunciado, es necesario:

  • Planificar con visión de largo plazo (Jonas).

  • Reconocer las dinámicas de poder implícitas (Foucault).

  • Abordar el problema de forma sistémica y compleja (Luhmann, Morin).

  • Fomentar innovación organizativa (Deleuze).

  • Deshacer la ilusión del “refuerzo” técnico como solución definitiva (Han, Žižek, Gramsci).

Se requiere una reforma que integre formación especializada, equipos multidisciplinares, cercanía territorial, atención emocional y evaluación continua, para que la justicia no sea sólo eficiente, sino genuinamente digna.