Introducción breve
El artículo discute un estudio de meQ, según el cual un 42 % de empleados afirma que el estrés laboral no proviene tanto de la sobrecarga, sino de la incertidumbre e inestabilidad global asociadas al entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad). Este estrés vinculado a factores externos ha provocado una disminución del 68 % en la productividad y un 70 % más de deterioro en los empleados afectados.
Análisis filosófico
1. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)
El estrés estructural generado por la inestabilidad geopolítica y económica implica una responsabilidad colectiva que trasciende las empresas: gestores y gobiernos deben reconocer el impacto psicosocial que generan. Jonas insistiría en una ética del futuro, que tome medidas para prevenir daños en la salud mental actuales y futuras .
2. Sistemas complejos (Luhmann, Morin)
Se observa una ruptura entre sistemas interconectados: economía, política, medios y trabajo, creando un entorno VUCA donde cada sistema actúa de forma autónoma, pero sin coordinación. Desde la visión de Morin, hace falta una perspectiva transdisciplinaria que plantee soluciones sistémicas, no aisladas.
3. Poder y conocimiento (Foucault)
El conocimiento científico revela causas estructurales del estrés (incertidumbre global), pero el poder político y mediático no reacciona adecuadamente. El control del relato —qué se comunica, cómo se interpreta la información geopolítica— es una batalla por el dominio simbólico que afecta directamente al bienestar psicológico.
4. Transparencia y autoexplotación (Byung‑Chul Han)
La constante exposición a noticias negativas y el imperativo de productividad en un mundo incierto refuerzan la autoexplotación: seguimos siendo eficientes por presión interna y culpa, no por necesidad real. Este agotamiento sistémico es síntoma de una sociedad que se sobreexige, sin límites claros entre vida laboral y personal .
5. Creatividad y disrupción (Bergson, Deleuze)
El entorno VUCA podría interpretarse como una llamada a la innovación: Bergson alentaría un “impulso vital” creativo para reimaginar estructuras laborales (por ejemplo, flexibilidad real, procesos decisionales más humanos). Deleuze vería la crisis como posible “línea de fuga” hacia una sociedad laboral menos alienante, aunque el artículo muestra que aún no se han materializado esas transformaciones.
Identificación de oportunidades y riesgos
Oportunidades
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Reconocer la incertidumbre como factor principal de estrés puede impulsar estrategias organizativas más resilientes.
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Fomenta el desarrollo de políticas públicas que protejan la salud mental mediante transparencia informativa y regulación laboral.
Riesgos
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Normalización del estrés: llegar a ver el estrés extremo como algo “normal” y no tomar acciones efectivas.
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Explotación de la eficiencia: pueden aumentarse las expectativas sin mejorar el entorno laboral real.
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Desconexión sistémica: si los distintos sistemas no se comunican, las soluciones parciales pueden ser ineficaces.
Conclusión
El texto plantea que el estrés laboral elevado no es solo una cuestión de carga de trabajo, sino del contexto global que atenta contra la estabilidad psicológica. Filosóficamente, esto exige:
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Responsabilidad intergeneracional (Jonas).
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Visiones sistémicas y transdisciplinarias (Luhmann, Morin).
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Investigación crítica sobre discursos de poder (Foucault).
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Conciencia sobre la autoexplotación y límites personales (Byung‑Chul Han).
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Apertura a nuevas estructuras laborales (Bergson, Deleuze).
Solo combinando estas aproximaciones podremos repensar colectivamente un mundo laboral más humano y sostenible.