Abuelos que ponen límites al cuidado de sus nietos: “No quiero ser la canguro”

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1. Contexto e identificación del texto

  • Tema central: una tendencia creciente entre abuelas y abuelos en España de establecer límites al rol tradicional de cuidadores de sus nietos. Prefieren mantener su autonomía, dedicarse a sus propios intereses y vivir su jubilación activamente, sin asumir responsabilidades constantes en la crianza.

  • Actores involucrados:

    • Carmen Martín (81 años) e Isabel Motos (73 años), ejemplos de abuelas que desean disfrutar de su rol sin que este se vuelva una obligación.

    • Carmen Díez, antropóloga jubilada, elige momentos especiales con sus nietos (por ejemplo, Navidad) sin sentirse inmersa en la crianza cotidiana.

    • Antonio Puig (72 años), abuelo activo, disfruta del tiempo con sus nietos en verano pero prioriza su independencia, actividades de bienestar y no sustituir a los padres.

  • Datos relevantes:

    • El 85 % de los abuelos en España ayuda con el cuidado de los nietos en algún momento; el 28 % lo hace diariamente y en verano dedican unas 16 horas semanales.

    • El término “síndrome del abuelo esclavo” se utiliza para describir la sobrecarga que puede surgir de este rol asumido sin límites.

    • Especialistas y abuelos coinciden en que, aunque están disponibles de forma ocasional o en situaciones especiales, desean preservar su autonomía e incluso considerar que si se espera su ayuda habitual debería haber una remuneración.


2. Resumen claro y conciso

El artículo describe cómo muchos abuelos y abuelas españoles están redefiniendo su rol en la familia, alejándose de la figura de cuidador permanente. Prefieren mantener una vida centrada en sus deseos y bienestar, sin estar sujetos a calendarios rígidos ni sentirse responsables de la crianza diaria. Esta postura refleja que disfrutan su relación con los nietos y valoran su independencia.


3. Aplicación de perspectivas filosóficas

Creatividad (Bergson, Whitehead)

El retiro convertido en espacio de elección creativa: viajar, socializar, explotar nuevos intereses. Los abuelos ejercen una creatividad existencial que trasciende el rol tradicional, lo que Bergson llamarí­a vivir según la intuición del momento; no como obligación, sino como expresión personal.

Disrupción o poder (Deleuze, Foucault)

Este cambio rompe, frente al mandato social, con el disciplinamiento de roles: abuelos ya no son figuras normativas de cuidado. Asumen un poder sobre su tiempo, mostrando resistencia al control social familiar y colectivo.

Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

Jonas destaca la responsabilidad hacia futuras generaciones, pero aquí vemos que los mayores equilibran esa responsabilidad con el deber hacia sí mismos. No rehúyen ayudar, pero lo hacen desde la libertad y la ética del cuidado recíproco, no de la obligación que anula su autonomía.

Sistemas complejos (Luhmann, Morin)

La familia como sistema complejo está evolucionando: roles jerárquicos y automáticos se resquebrajan. Los abuelos redefinen su función dentro de subsistemas interpersonales flexibles, desestabilizando la lógica tradicional de apoyo familiar rígido.

Tecnología, transparencia, autoexplotación (Byung-Chul Han)

Podría argumentarse que asumir el rol de “canguro” sin cuestionamiento es una forma de autoexplotación, internalización de la presión social. Los abuelos que ponen límites desarrollan una transparencia consigo mismos: cuestionan esa autoexplotación y optan por cuidar también de su tiempo y salud mental.


4. Oportunidades y riesgos

Oportunidades

  • Bienestar para todos: cuando el cuidado es voluntario y equilibrado, beneficia tanto a mayores como a nietos.

  • Modelos intergeneracionales renovados: permite que los abuelos mantengan identidad, creatividad e independencia, enriqueciendo desde un rol consciente.

  • Visibilización de la necesidad de políticas de conciliación: pone de relieve la falta de apoyos estructurales y convierte a los abuelos en voces críticas hacia esta carencia.

Riesgos

  • Sobrecarga oculta: quienes no establecen límites pueden sufrir estrés, ansiedad o problemas físicos (síndrome del abuelo esclavo).

  • Brechas generacionales: hay tensión entre generaciones que crecieron con expectativas de que los mayores siempre cuidan y las nuevas que buscan autonomía.

  • Desigualdad de género: muchas abuelas internalizan el deber de cuidado, aunque quisieran decir que no; esto exige una profunda reflexión sobre el rol femenino y la cultura del sacrificio.


5. Análisis filosófico completo

Esta tendencia representa una evolución ética de la abuelidad: un paso hacia modelos de familia más conscientes, donde cada miembro establece sus propios límites. Filosóficamente, se trata de una emancipación de roles heredados y un replanteamiento del sentido de la generosidad familiar. En lugar de edificarse sobre la disponibilidad incondicional, el vínculo abuelo-nieto se transforma en un espacio compartido sin coacción, donde ambas partes pueden disfrutar plenamente desde su libertad.

Desde una perspectiva sistémica, abre un diálogo necesario sobre el valor del tiempo, la salud emocional de los mayores y la corresponsabilidad social en la crianza. Al hacerlo, la sociedad se enfrenta a preguntas sobre justicia intergeneracional, equidad en el cuidado y sostenibilidad de prácticas familiares sin sacrificar el bienestar de sus miembros.


Conclusión

El artículo ilumina un cambio cultural significativo: abuelos que se niegan a ser “la canguro” permanente no por falta de cariño, sino por la defensa de su libertad y dignidad. Este enfoque representa una forma más consciente y ética de envejecer y relacionarse con las nuevas generaciones, incompleto sin políticas de apoyo, pero valiente en su impulso hacia una abuelidad autoafirmada.