Escuálidos mensajes escritos reducen la comunicación interpersonal a frecuentes malentendidos

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Introducción breve del contenido

El artículo reflexiona sobre las limitaciones de la comunicación digital, señalando que, aunque tecnológicamente estamos hiperconectados, muchas veces carecemos de una conexión emocional auténtica. Expone cómo la rapidez e inmediatez en la comunicación favorece relaciones superficiales, fragmentadas y editadas, y alerta sobre las interpretaciones erróneas en ausencia de pistas no verbales como el tono o gestualidad.


Análisis filosófico

1. Ética y responsabilidad

Las interacciones digitales muchas veces prescinden de la responsabilidad emocional. La edición y control del mensaje diluyen su autenticidad y generan distanciamiento emocional, resistiendo el ideal de responsabilidad que nuestra comunicación interpersonal debiera tener (inspirado en Hans Jonas).

2. Tecnología, transparencia y autoexplotación

Siguiendo a Byung-Chul Han, la hiperconectividad se convierte en autoexplotación: se espera disponibilidad constante, se mide la interacción en clics o respuestas inmediatas. El artículo muestra cómo esto genera conversaciones rígidas y descontadas, eliminando la espontaneidad emocional.

3. Sistemas complejos vs simplificación relacional

Desde Luhmann y Morin, la comunicación digital aparece como un sistema autopoietico que regula las interacciones, reduciéndolas a funciones rápidas, superficiales y despojadas de contexto profundo. La “revolución digital” mencionada en el artículo indica esta reconfiguración de los sistemas de comunicación.

4. Disrupción, poder y desconexión

Foucault detectaría un nuevo régimen normativo: estar siempre disponible es socialmente exigido; desconectarse podría interpretarse como negligencia emocional. Sin embargo, la desconexión consciente emerge como posible acto de resistencia, tal como lo sugiere Deleuze en sus conceptos de líneas de fuga.

5. Simulacro y alienación

Al estilo de Bauman y Baudrillard, la comunicación digital puede ser vista como un simulacro de presencia auténtica. Los vínculos se vuelven líquidos, frágiles y mal representados, sin cuerpo ni temporalidad compartida—solo una ilusión.

6. Lenguaje digital y diálogos recortados

Siguiendo a Wittgenstein, las interacciones en WhatsApp redefinen el lenguaje: un “ok” o un emoji puede cargar múltiples sentidos, según contexto y receptor. Habermas podría cuestionar si este tipo de intercambio digital sigue permitiendo diálogo racional o solo comunicación superficial, falaz o emocional.


Conclusión: riesgo y oportunidad

Riesgos identificados:

  • Desconexión emocional: lo digital facilita la edición superficial del mensaje.
  • Superficialidad relacional: la instantaneidad favorece la fugacidad.
  • Desresponsabilización: se pierde el compromiso afectivo al enviar mensajes desapegados.
  • Simulación de vínculo: se crea una ilusión sin presencia real.

Oportunidades:

  • Fomentar una reflexión crítica sobre nuestras formas de comunicación.
  • Promover la autenticidad, valorando lo presencial y las conversaciones profundas.
  • Recuperar la presencia real y consciente, desafiando la lógica de la conexión constante.
  • Invitar a gestos de resistencia, como la desconexión intencionada, que permitan restablecer vínculos más genuinos.