Introducción
El artículo trata sobre un fenómeno creciente entre profesionales altamente cualificados (como emprendedores, ejecutivas sénior, consultores o CEOs), quienes, a pesar de percibir salarios elevados, experimentan ansiedad, baja autoestima y otros problemas de salud mental. Esta sensación de “estar sobrepagado” —con frecuencia psicopatológica y ligada al síndrome del impostor— se ha convertido en una fuente de malestar psicológico y puede derivar en ansiedad generalizada, burnout o incluso depresión.
Análisis Filosófico desde diversas perspectivas
Creatividad (Bergson, Whitehead)
-
El malestar generado por la sensación de sobrepago puede inhibir la creatividad. Bergson nos hablaría de la intuición y su conexión con la libertad creativa; aquí, la autoexigencia paralizante podría obstaculizar ese flujo creativo.
-
Según Whitehead, el “proceso” vital implica experiencia y relevancia. Si el trabajo se siente desalineado con un propósito profundo, la experiencia laboral pierde sentido, limitando la capacidad creativa del sujeto.
Disrupción o Poder (Deleuze, Foucault)
-
Foucault entendería esta auto-censura interna como un efecto del poder disciplinario: la exigencia de justificar por qué “mereces” lo que cobras se convierte en una vigilancia autoimpuesta que limita el ejercicio autónomo de la creatividad.
-
Deleuze señalaría cómo ese “suelo” de la autoexigencia y el miedo anticipatorio coartaría las líneas de fuga, frenando las potencias transformadoras del sujeto en su ambiente profesional.
Ética y Responsabilidad (Hans Jonas)
-
Jonas enfatiza la responsabilidad hacia lo futuro. Si las personas altamente remuneradas se sienten culpables por sus ingresos, esa auto-crítica puede ser una carga ética interna desproporcionada, que compromete su bienestar.
-
La responsabilidad debe extenderse al cuidado de uno mismo; si no hay bienestar interior, no puede haber sostenibilidad ética en la acción profesional.
Sistemas Complejos (Luhmann, Morin)
-
Morin diría que esta tensión entre salario elevado y malestar mental es un ejemplo de disonancia en un sistema complejo: lo económico chocando con lo psicológico y lo social.
-
Luhmann analizaría cómo la comunicación—entre empleado y empresa, o dentro del individuo—falla al no integrar propósito, valor y retribución de forma coherente.
Tecnología, Transparencia, Autoexplotación (Byung-Chul Han)
-
Han critica la autoexplotación en la era digital. Aquí, el profesional, sintiéndose sobrepagado, podría autoexplotarse más para demostrar que lo merece, generando una espiral de rendimiento sin límites.
-
La nueva normativa europea de transparencia salarial (julio de 2026) brinda una oportunidad para romper este ciclo, al facilitar conversaciones abiertas que alivien la presión autoimpuesta.
Identificación de Oportunidades y Riesgos
Oportunidades
-
Transparencia salarial: La normativa europea próxima puede aliviar el tabú sobre el salario y fomentar diálogos sobre valor y propósito.
-
Mentoría consciente: La guía personalizada permite reconectar con el sentido y el valor aportado, sin caer en paternalismos.
-
Reconstrucción de la autoestima profesional: Trabajar en la marca personal consciente y realista puede contrarrestar la sensación de impostura.
Riesgos
-
Cuando la tensión interna persiste, puede derivar en ansiedad crónica, burnout o depresión.
-
Se corre el riesgo de aislarse profesionalmente o desconectarse del propósito laboral.
-
La percepción de desequilibrio salarial puede generar tensiones grupales o rotación laboral voluntaria.
Conclusión
Este fenómeno encarna una paradoja filosófica contemporánea: un salario elevado puede volverse una carga si no está acompañado de sentido, identidad y reconocimiento. Desde el poder disciplinario interno, la ética del cuidado, la complejidad social y la crítica a la autoexplotación, emergen consultas profundas: cómo trabajamos, para qué lo hacemos, y cómo nos hablamos a nosotros mismos.
La solución no es meramente económica, sino simbólica y organizativa: poner en diálogo valores, expectativas y recompensas. Fomentar la transparencia, el acompañamiento y la revalorización del propósito es clave.