Introducción
El artículo de RTVE analiza la situación de la prostitución en España, destacando que la policía ha identificado a más de 8.000 mujeres en este contexto, aunque se estima que existen decenas de miles más fuera del radar oficial. El texto aborda el contraste entre los datos institucionales y la magnitud oculta del fenómeno, mostrando la complejidad de la explotación sexual, la trata de personas y la invisibilidad de quienes no aparecen en las estadísticas.
Análisis filosófico
1. Creatividad y emergencia (Bergson, Whitehead)
El texto refleja un déficit de “armonía” (Whitehead), ya que los datos oficiales no logran integrar la totalidad de la realidad vivida por estas mujeres. La experiencia de las víctimas —fluida y muchas veces invisible (Bergson, “duración”)— contrasta con la rigidez de los informes. La falta de intuición colectiva hacia este problema revela una desconexión entre la vida real y la forma en que el Estado o los medios la representan.
2. Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)
Desde Foucault, el discurso estadístico actúa como dispositivo de poder: visibilizar a unas pocas miles de mujeres “identificadas” legitima una verdad oficial, mientras que otras decenas de miles quedan invisibilizadas, perpetuando su marginación. En términos de Deleuze, las mujeres fuera del radar representan “líneas de fuga”, existencias que escapan a la normatividad y a las categorías estatales, pero que también quedan expuestas a formas extremas de vulnerabilidad.
3. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)
La ética de Jonas invita a pensar la prostitución no solo como fenómeno presente, sino como responsabilidad hacia el futuro. La normalización de la explotación mina las condiciones de dignidad para generaciones futuras. La ausencia de políticas efectivas revela una falta de “principio de responsabilidad” frente al daño estructural que la trata y la prostitución forzada generan en el tejido social.
4. Sistemas y complejidad (Luhmann, Morin)
El artículo muestra la incapacidad del sistema jurídico-policial para abarcar la totalidad del fenómeno, confirmando la idea de Luhmann de que los sistemas sociales operan según sus propias lógicas: la policía cuantifica lo visible, pero no puede representar la totalidad del sistema clandestino. Desde Morin, la prostitución debe entenderse como un problema complejo que entrelaza factores económicos, migratorios, culturales y de género, y no puede reducirse a una sola cifra.
5. Transparencia y autoexplotación (Byung-Chul Han)
El contraste entre lo visible y lo invisible conecta con Han: vivimos en una sociedad de transparencia que presume de datos, pero estos números generan una falsa ilusión de control, ocultando la opacidad de miles de vidas explotadas. Las mujeres que quedan fuera del radar representan lo no transparente, lo que el sistema no quiere o no puede mostrar. Su invisibilidad refuerza su exclusión.
6. Hegemonía cultural y marginalidad (Gramsci, Fanon)
La narrativa mediática tiende a reproducir la hegemonía cultural que estigmatiza a las mujeres en prostitución, reforzando prejuicios más que visibilizando su condición de víctimas estructurales (Gramsci). Desde Fanon, estas mujeres encarnan la alteridad radical, marcadas por la doble marginalización: como inmigrantes en muchos casos y como cuerpos cosificados en un sistema que las invisibiliza.
Conclusión
El artículo pone de manifiesto la tensión entre visibilidad y ocultamiento: las 8.000 mujeres identificadas son solo la parte institucionalmente narrada de un fenómeno mucho más amplio. Filosóficamente, esta situación evidencia:
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Riesgos:
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Reproducción de discursos oficiales que legitiman una verdad parcial (Foucault).
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Invisibilidad estructural que perpetúa la vulnerabilidad (Han, Fanon).
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Ausencia de responsabilidad ética hacia el futuro (Jonas).
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Oportunidades:
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Posibilidad de replantear el problema desde la complejidad (Morin) y no desde la simplificación estadística.
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Apertura de un debate público más inclusivo que rompa con la hegemonía de los discursos dominantes (Deleuze, Gramsci).
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El análisis sugiere que enfrentar la prostitución requiere abandonar la ilusión de control que brindan los números y apostar por una mirada ética, compleja y crítica, capaz de reconocer tanto la dignidad como la vulnerabilidad de las personas implicadas.