Lo que las élites económicas no quieren que sepas, pero Trump, Xi y Putin sí saben

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Introducción / Identificación del contexto del texto

El artículo reflexiona sobre la relación de poder entre los líderes políticos más autoritarios o centrales (Trump, Xi, Putin) y las élites económicas (multimillonarios, oligarcas, grandes empresas) en las superpotencias actuales (EE.UU., Rusia, China). Su tesis central es que, en esos escenarios, el poder político ha logrado someter a los poderosos económicos, contrariamente a ciertas teorías conspirativas que plantean que los grandes capitalistas operan en las sombras dominándolo todo.

Actores principales:

  • Donald Trump, presidente en EE.UU.
  • Xi Jinping en China.
  • Vladimir Putin en Rusia.
  • Multimillonarios, empresarios tecnológicos, oligarcas, empresas gigantes como Apple, Meta, empresas energéticas, inmobiliarias, etc.


Resumen del contenido

  • En EE.UU., el autor describe cenas, reuniones y actos políticos donde multimillonarios como Zuckerberg, Tim Cook, Gates, etc., se muestran deferentes ante Trump, quien les exige compromisos de inversión. El poder político se reafirma frente al poder económico, exigiendo lealtad, sometimiento. 

  • En Rusia, algunos oligarcas que se creían muy poderosos han sido desplazados, arrestados, eliminados o sencillamente desaparecidos si han osado contrariar al Kremlin. Ejemplo de Prigozhin, otros empresarios con muerte o castigos extremos.

  • En China, Xi ha llevado a cabo fuertes purgas y acciones contra nuevos millonarios, contra la corrupción, ejecutando o encarcelando a figuras poderosas, para asegurarse de que el partido, su autoridad política, quede por encima. 

  • La conclusión que se sugiere: que hoy en día el poder político, cuando lo ejerce alguien con suficiente concentración de autoridad, puede someter al económico; que los multimillonarios sí importan, pero dentro de los márgenes permitidos por el poder político dominante. Que estas dinámicas evidencian que no hay un dominio absoluto del poder económico sobre lo político. 


Aplicación de perspectivas filosóficas

Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

Hans Jonas defendía el principio de responsabilidad, especialmente en un mundo donde la tecnología y el poder humano se han multiplicado. Aplicado al artículo, surge la pregunta: ¿hasta qué punto los líderes políticos que subordinan a las élites económicas actúan de manera responsable hacia el futuro colectivo? Si las decisiones se toman bajo criterios de obediencia personal o fidelidad ideológica, los efectos a largo plazo pueden ser negativos para la justicia social, la transparencia institucional y la confianza de la ciudadanía.

Disrupción y poder (Michel Foucault y Gilles Deleuze)

Michel Foucault nos recuerda que todo discurso de poder está imbricado en relaciones de control y legitimación. El artículo muestra cómo Trump, Xi o Putin no solo ejercen poder político, sino que lo legitiman con gestos públicos: cenas, sanciones, purgas. No es la riqueza la que otorga poder en este contexto, sino el control de las instituciones y de la violencia legítima.
Deleuze, por su parte, hablaría de “líneas de fuga” frustradas. Los multimillonarios aparentan tener autonomía, pero en realidad sus movimientos quedan encajonados en estructuras rígidas de control político. La creatividad y diferencia que podrían introducir se sofocan en nombre de la obediencia.

Sistemas complejos (Niklas Luhmann y Edgar Morin)

Desde la teoría de sistemas, la política y la economía son subsistemas que interactúan con reglas propias. El artículo evidencia cómo, en países como Rusia y China, el subsistema político ha recapturado la primacía: controla las fronteras de acción, castiga la desobediencia y absorbe el margen de maniobra de los empresarios.
Edgar Morin diría que este fenómeno refleja la incertidumbre del mundo contemporáneo: los sistemas no son lineales ni predecibles, y las tensiones entre Estado y mercado generan escenarios inesperados como purgas, quiebras o sometimientos repentinos.

Tecnología y autoexplotación (Byung-Chul Han)

En el caso de los empresarios tecnológicos en EE.UU., la dinámica descrita muestra cómo el poder político utiliza la visibilidad y la transparencia forzada como mecanismos de control. La exposición mediática de compromisos y acuerdos genera una forma de autoexplotación: los propios multimillonarios aceptan la subordinación para mantener sus privilegios y conservar su acceso al sistema. La tecnología, lejos de garantizar libertad, se convierte en una herramienta de vigilancia y disciplinamiento.


Oportunidades y riesgos

Oportunidades

El artículo ofrece una ocasión valiosa para repensar la relación entre poder político y poder económico. En primer lugar, desmonta el mito conspirativo de que los multimillonarios dominan en secreto todas las decisiones políticas. Lo que se observa es que, en contextos de gran concentración de poder, los Estados y sus líderes son capaces de imponer límites claros a las élites económicas.
Además, esta constatación abre el debate sobre la soberanía y la gobernabilidad: los gobiernos no son simples marionetas de los mercados, sino que pueden recuperar capacidad de decisión. Esto puede convertirse en un espacio fértil para discutir de manera más transparente qué papel deben jugar empresarios, corporaciones y Estados en el equilibrio global. También es una oportunidad para revisar teorías clásicas sobre el poder, mostrando que las dinámicas actuales son más complejas de lo que parecen.

Riesgos

Sin embargo, el sometimiento de las élites económicas al poder político entraña peligros considerables. Cuando el liderazgo se concentra en una figura personalista y con pocos contrapesos, el control sobre los multimillonarios puede transformarse en un ejercicio autoritario. Esto puede llevar a abusos de poder, arbitrariedad en las decisiones y erosión de la autonomía empresarial.
Otro riesgo es la corrupción institucional: si la lealtad personal sustituye a la legalidad, se debilitan los sistemas democráticos y se normaliza el uso de la violencia o la desaparición de adversarios. En este marco, la innovación, la libertad de crítica y la transparencia quedan comprometidas. El resultado es un escenario en el que, bajo la apariencia de orden político, se instalan la inseguridad jurídica y la represión de cualquier disidencia.


Interpretación conceptualmente coherente

El artículo sugiere que estamos ante una “reactivación del poder político fuerte”, un retorno del Estado centralizado o del liderazgo personal fuerte como cabeza visible de la soberanía, que no está dispuesto a compartir su autoridad con las élites económicas, incluso si estas son poderosas, ricas, influyentes en el mercado global.

Este fenómeno puede entenderse como parte de una contracorriente al liberalismo económico clásico que ve al mercado como un poder autónomo. En su lugar, se perfila una lógica de mando político que impone límites, sanciones, exigencias de lealtad. Desde la perspectiva filosófica, este cambio tiene implicaciones profundas: sobre la legitimidad del poder, la autonomía individual, la libertad económica, la justicia distributiva, los derechos fundamentales.

Al mismo tiempo, este modelo plantea una tensión: el poder absoluto (o con pocas restricciones) tiende a corromperse, y cuando las estructuras de control democrático, la transparencia, la participación ciudadana y la legalidad son débiles, ese poder fuerte puede derivar en autoritarismo o tiranía.


Conclusión

  • Hallazgos: El artículo ofrece evidencia de cómo en las tres superpotencias mencionadas, el poder político ha asumido una supremacía sobre las élites económicas. Muestra que la riqueza, aunque considerable, no garantiza inmunidad frente al control estatal o político. Revela prácticas recientes (purga, sanción, exigencia de fidelidad) como instrumentos para mantener ese control.

  • Riesgos: Potencial abuso de autoridad, arbitrariedad, erosión de los derechos individuales, debilitamiento de la autonomía económica, concentración excesiva de poder político, debilitamiento de instituciones democráticas o judiciales si no hay contrapesos sólidos. También riesgo ético: la violencia, desapariciones, destrucción de la vida personal de quienes desafían el poder.

  • Oportunidades: Incentivar debates públicos sobre la distribución del poder entre políticos y economía; reforzar mecanismos de gobernabilidad democrática y transparencia; diseñar controles institucionales efectivos; proteger derechos básicos ante posibles abusos.