“Multar al cliente precariza a las trabajadoras sexuales porque regatean el precio”: el sindicato OTRAS se opone a la ley abolicionista del PSOE

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Introducción breve

El artículo de Infobae aborda la polémica en España en torno a la ley abolicionista del PSOE sobre prostitución, que plantea sancionar a los clientes. El sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS rechaza la medida, argumentando que penalizar a la demanda no protege a las trabajadoras, sino que precariza sus condiciones, ya que obliga a aceptar precios más bajos y aumenta su vulnerabilidad. El conflicto enfrenta a posiciones abolicionistas (que buscan erradicar la prostitución por considerarla explotación) frente a colectivos que demandan reconocimiento de derechos laborales y protección real.


Análisis filosófico por categorías

1. Creatividad (Bergson, Whitehead)

  • Desde Bergson, la voz de las trabajadoras puede entenderse como un élan vital que busca crear nuevas formas de existencia y dignidad dentro de un marco social restrictivo. Su defensa del derecho a negociar y establecer condiciones es una expresión de duración vivida, no de abstracciones morales.

  • Whitehead permitiría ver este debate como un proceso dinámico donde lo nuevo (demandas sindicales) entra en tensión con lo establecido (ley abolicionista). La armonía está lejos, pero el conflicto refleja la constante creación de nuevas formas sociales.

2. Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)

  • Con Deleuze, las trabajadoras generan líneas de fuga al escapar de un discurso moralizante que las reduce a víctimas sin agencia. Ellas introducen diferencia, proponiendo narrativas propias sobre sus vidas y derechos.

  • Foucault ayuda a desvelar el discurso de poder: el Estado define qué es prostitución “legítima” y qué prácticas son aceptables. Se trata de un régimen de verdad que invisibiliza las voces de las trabajadoras, reforzando una estructura disciplinaria más que protectora.

3. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

  • El principio de responsabilidad exige considerar no solo la intención de la ley (proteger de explotación), sino sus consecuencias reales: precarización, mayor clandestinidad y riesgos para las trabajadoras. Desde la ética del futuro, la pregunta es si esta legislación construye condiciones de dignidad sostenible o si genera más daño estructural.

4. Sistemas complejos (Luhmann, Morin)

  • Luhmann subraya que el sistema político y el sistema sindical operan con lógicas distintas: el primero busca legitimidad moral y electoral; el segundo, supervivencia y derechos concretos. Ambos se autorreproducen en el conflicto mediático.

  • Morin nos recuerda la necesidad de un pensamiento complejo: la prostitución no puede analizarse en términos simples (víctima/explotador), sino como fenómeno atravesado por género, economía, migración y política.

5. Tecnología, transparencia y autoexplotación (Byung-Chul Han)

  • Aunque el artículo no trata explícitamente lo digital, Han ilumina la dimensión contemporánea: muchas trabajadoras se exponen en plataformas en línea, donde la transparencia y la autoexplotación amplifican vulnerabilidades. Penalizar al cliente puede trasladar aún más las transacciones a espacios opacos, aumentando el aislamiento y el riesgo.


Identificación de oportunidades y riesgos

Oportunidades

  • El debate abre un espacio para visibilizar las voces marginadas y cuestionar las narrativas dominantes.

  • Permite pensar nuevas formas de regulación que reconozcan derechos en lugar de invisibilizar el trabajo sexual.

Riesgos

  • La ley puede reforzar una hegemonía cultural (Gramsci) que presenta a las trabajadoras como incapaces de decidir, debilitando su autonomía.

  • El discurso moralizador puede generar una simulación de protección (Baudrillard), donde el lenguaje de “abolición” oculta la precarización real.

  • La desconexión entre intención política y efectos sociales reproduce un modelo de modernidad líquida (Bauman), donde las trabajadoras quedan atrapadas en la incertidumbre y la inseguridad.


Conclusión

El conflicto en torno a la ley abolicionista muestra un choque de regímenes de verdad: uno estatal y moralizante, otro vivido y pragmático desde la experiencia de las trabajadoras. El análisis filosófico revela que el problema no se reduce a abolir o no abolir, sino a cómo articular responsabilidad, complejidad y creatividad social para generar condiciones de vida dignas. Los riesgos principales son la precarización y la invisibilización; la oportunidad es abrir un debate más complejo y plural sobre derechos, poder y libertad.