Introducción
El artículo de El Confidencial analiza las preferencias de lectura en Madrid en 2025. Señala un auge de géneros diversos: desde el manga (Naruto), hasta la “romantasy” (fusión de romance y fantasía), junto con novelas históricas, thrillers y ensayos. El texto explora cómo librerías y bibliotecas reflejan estas tendencias culturales, revelando un eclecticismo en el consumo cultural madrileño.
Análisis filosófico
1. Creatividad (Bergson, Whitehead)
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Bergson: La popularidad de géneros híbridos como la romantasy puede interpretarse como un reflejo del élan vital, un impulso creativo que no se conforma con las formas tradicionales y genera nuevas combinaciones narrativas. La lectura no es una experiencia estática, sino una “duración” en la que la imaginación fluye entre pasado (manga clásico como Naruto) y presente (nuevos géneros).
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Whitehead: La coexistencia de tradiciones (clásicos literarios) y emergentes (manga, fantasía juvenil) muestra un proceso de creatividad cósmica que busca armonía entre lo ya existente y lo novedoso, configurando un ecosistema cultural dinámico.
2. Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)
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Deleuze: La entrada del manga japonés en el canon lector madrileño funciona como una “línea de fuga” que escapa del discurso literario eurocéntrico y abre nuevas posibilidades de identificación cultural. También la romantasy rompe con los límites rígidos entre géneros “serios” y “populares”, evidenciando devenires en la narrativa.
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Foucault: El discurso sobre “lo que leen los madrileños” no es neutro: selecciona qué se visibiliza como legítimo en la esfera cultural. El hecho de que un medio destaque estos géneros valida socialmente ciertas prácticas de lectura, moldeando el “régimen de verdad” sobre la cultura contemporánea.
3. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)
El auge de géneros escapistas plantea preguntas sobre la responsabilidad cultural: ¿estas lecturas fortalecen el pensamiento crítico o refuerzan una evasión de los problemas sociales? Según Jonas, hay una obligación de considerar cómo estas prácticas culturales impactan en la formación de las generaciones futuras, especialmente en la capacidad de imaginar mundos alternativos frente a crisis reales.
4. Sistemas y complejidad (Luhmann, Morin)
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Luhmann: El sistema mediático-literario funciona autopoiéticamente, generando dinámicas internas (mercado editorial, reseñas, modas en redes sociales) que determinan qué géneros alcanzan visibilidad. El artículo es parte de este proceso de autoobservación del sistema cultural madrileño.
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Morin: La diversidad de lecturas refleja la complejidad cultural: lo global (manga japonés) se entrelaza con lo local (tradiciones literarias españolas) en una red interdependiente que desborda clasificaciones simplistas.
5. Tecnología, transparencia y autoexplotación (Byung-Chul Han)
Las modas lectoras actuales están fuertemente influenciadas por algoritmos de recomendación y tendencias digitales en plataformas como TikTok (BookTok). Esto evidencia lo que Han denomina la lógica de la autoexplotación: los lectores-consumidores se convierten en microinfluencers que difunden sus hábitos de consumo, reforzando la transparencia digital y la estandarización cultural bajo apariencia de diversidad.
Conclusión
El fenómeno de las lecturas madrileñas en 2025 puede entenderse como un laboratorio cultural donde conviven lo clásico y lo disruptivo. Desde una perspectiva filosófica:
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Oportunidad: refleja un impulso creativo (Bergson, Whitehead) y la apertura a nuevas formas culturales (Deleuze), fomentando pluralidad y diálogo intercultural.
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Riesgo: puede consolidar discursos dominantes que legitiman lo que “merece ser leído” (Foucault), además de favorecer dinámicas de consumo rápido y digitalizadas que priorizan modas sobre pensamiento crítico (Han, Jonas).
En suma, la lectura en Madrid aparece como un espejo de la complejidad contemporánea, oscilando entre innovación cultural y mercantilización de la experiencia lectora.