Introducción
El profesor Àlex Torío, tras casi 30 años enseñando matemáticas en un instituto concertado del Eixample, en Barcelona, ha decidido solicitar excedencia para este curso 2025‑2026 y abandonar temporalmente la docencia debido a su profunda decepción ante la evolución del sistema educativo. Manifiesta que los exámenes son hoy día “mucho más fáciles” y que el sistema se preocupa más por aparentar buenos resultados que por solucionar sus problemas reales. Lo condena como un sistema que “solo arregla la estadística, no el problema”, y denuncia la influencia excesiva de “psicopedagogos de despacho” que, según Torío, desconocen la realidad del aula.
Su crítica se centra también en que el nivel académico ha decaído de forma notable: menciona que alumnos de 18 años no dominan ni las tablas de multiplicar, y que exalumnos suyos que hoy dan clases particulares coinciden en esta percepción.
Análisis filosófico
1. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)
Desde la ética jonasiana, el profesor asume una responsabilidad hacia el futuro de sus alumnos y de la sociedad: enseñar no es solo transmitir conocimientos, sino preparar ciudadanos capaces. Su renuncia puede leerse como una forma de denuncia ética: se retira cuando ya no puede garantizar esa responsabilidad.
2. Disrupción y poder (Foucault, Deleuze)
El señalamiento de Torío a los “psicopedagogos de despacho” refleja una crítica a una estructura de poder institucional que impone políticas educativas desde arriba, desconexas de la realidad del aula. Esto encaja con un análisis foucaultiano: el saber pedagógico aparece instrumentalizado en función del control y la apariencia institucional.
3. Sistemas complejos (Luhmann, Morin)
El sistema educativo aparece aquí como un sistema complejo que reacciona no al problema real (bajo nivel académico), sino a su propia lógica de supervivencia, es decir, mantenido por métricas y evaluaciones superficiales. El desequilibrio entre estadística y contenido refleja la crisis de sentido dentro del sistema.
4. Tecnología, transparencia y autoexplotación (Byung-Chul Han)
Aunque el artículo no menciona explícitamente la tecnología, se puede relacionar con la idea de autoexplotación y presión por resultados externos, donde el docente se ve obligado a facilitar exámenes menos rigurosos para no ser cuestionado. Esto representa una forma de rendimiento alienado, en la que no hay espacio para la complejidad pedagógica ni la transparencia real del proceso educativo.
5. Creatividad (Bergson, Whitehead)
La pérdida del nivel académico, según Torío, implica menos espacio para la reflexión y pensamiento creativo. Al eliminar el rigor, se limita la capacidad de los alumnos para construir conexiones matemáticas significativas, reduciendo el aprendizaje a una formalidad sin vida, distinta del espíritu creativo que Bergson o Whitehead defendían como esencial para la educación.
Oportunidades y riesgos
Oportunidades | Riesgos y desafíos |
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— Genera un debate urgente sobre el valor del contenido real frente a los resultados estadísticos. | — Reducción de la enseñanza a métricas puede convertir la educación en un procedimiento vacío. |
— Pone énfasis en la voz del docente como actor clave que hace visible la realidad del aula. | — El sistema corre el riesgo de alienar a los profesores más comprometidos, provocando mayor abandono de la profesión. |
— Podría fomentar una reforma curricular que recupere el rigor y la profundidad del conocimiento. | — El discurso institucional centrado en la apariencia dificulta una reforma basada en contenidos auténticos. |
— Abre la posibilidad de repensar la función del docente más allá de ser un mero transmisor de contenidos. | — La distancia creciente entre políticas educativas y aula amenaza la integridad profesional del docente. |
Conclusión
La decisión de Àlex Torío de abandonar temporalmente la docencia es un acto cargado de valor ético, y muestra de forma palpable varias crisis del sistema educativo: el deterioro del rigor académico, la priorización de la apariencia sobre la sustancia, la desconexión entre políticas y realidad, y la invisibilidad del profesorado real como agente de cambio.
Desde una mirada filosófica, su testimonio desafía la estructura de poder (Foucault), expone una falta de responsabilidad generacional (Jonas), y pide repensar el sistema educativo como un sistema complejo que debe reencontrar su propósito (Luhmann, Morin). También subraya la necesidad de revitalizar la creatividad en la enseñanza (Bergson, Whitehead) y evitar la autodesvalorización profesional que impone el rendimiento alienado (Byung-Chul Han).
Este episodio pone de relieve que defender la calidad educativa no es una resistencia nostálgica, sino una exigencia ética y filosófica urgente.