I. Introducción: Resumen del texto
El artículo reporta una serie de protestas juveniles en distintas ciudades de Marruecos (como Tánger, Casablanca, Rabat y Agadir), motivadas por la represión, el desempleo crónico, la precariedad y la falta de libertades. Estas manifestaciones espontáneas, sin liderazgo definido ni vinculación partidista, han sido reprimidas por las autoridades, generando arrestos, censura en redes sociales y detenciones arbitrarias. Las protestas se inspiran parcialmente en el recuerdo de las Primaveras Árabes, y los jóvenes exigen cambios estructurales en un sistema considerado autoritario, cerrado y elitista.
II. Análisis filosófico
A. Disrupción y poder: Deleuze y Foucault
Gilles Deleuze:
Las protestas pueden interpretarse como líneas de fuga, es decir, movimientos que escapan de las estructuras de control del Estado. No son simples actos de desobediencia, sino intentos de devenir otra cosa: nuevas formas de subjetividad, de lo político y de lo colectivo. La falta de liderazgo tradicional y la organización horizontal son expresión de una diferencia radical frente al modelo clásico de protesta.
Michel Foucault:
Se hace evidente la imbricación entre poder y conocimiento en la forma en que el régimen gestiona el discurso social. El control de redes sociales y la censura mediática construyen un régimen de verdad donde se define qué puede decirse y quién tiene derecho a hablar. La represión física y simbólica evidencia un Estado que mantiene su hegemonía mediante la producción dirigida del conocimiento público y la exclusión del disenso.
B. Ética y responsabilidad: Hans Jonas
Desde la perspectiva de Jonas, el Estado marroquí actúa sin considerar el principio de responsabilidad. La represión de los jóvenes no solo responde a una urgencia política presente, sino que compromete las posibilidades futuras de una generación que demanda participación, empleo y dignidad. La ética del futuro exige considerar los efectos duraderos de la exclusión social, tanto en el plano humano como estructural.
C. Sistemas complejos: Luhmann y Morin
Niklas Luhmann:
El artículo muestra cómo el sistema político marroquí es un sistema autopoiético cerrado, que se autorregula mediante la exclusión de discursos externos (como el de los jóvenes). A través de los medios controlados y la represión, se evita la observación de segundo orden, es decir, una reflexión crítica interna sobre sus propias dinámicas de poder.
Edgar Morin:
Las causas de las protestas —desempleo, falta de libertades, desigualdad— son múltiples y entrelazadas. El enfoque del artículo sugiere una comprensión fragmentaria, mientras que el pensamiento complejo invita a verlas como manifestaciones de una crisis sistémica, donde lo económico, lo político y lo cultural se entrelazan de manera inseparable.
D. Creatividad social: Bergson y Whitehead
Henri Bergson:
El movimiento juvenil expresa un élan vital social: un impulso creativo que busca abrir espacio a nuevas formas de vida y organización. La espontaneidad de las protestas, su carácter no institucionalizado, refleja un intento de conectar con la duración real de las experiencias vividas, no mediadas por estructuras formales.
Alfred North Whitehead:
Desde su noción de creatividad cósmica, se puede interpretar que la protesta no es simplemente reacción, sino parte de un proceso más amplio de transformación social. Lo nuevo no niega lo viejo, sino que busca una armonía emergente aún no institucionalizada.
E. Tecnología y vigilancia: Byung-Chul Han
El uso de redes sociales para organizarse, junto con la vigilancia estatal, refleja una tensión central de la era digital. En términos de Han, los jóvenes practican formas de resistencia digital, pero se enfrentan a un sistema que instrumentaliza la transparencia como control. Además, el artículo sugiere una autoexplotación simbólica, en la medida en que los jóvenes se ven obligados a recurrir constantemente a medios de visibilidad para sobrevivir políticamente.
F. Hegemonía y representación: Gramsci y Fanon
Antonio Gramsci:
El Estado mantiene una hegemonía cultural que legitima su modelo de desarrollo y autoridad. Las protestas, al no tener cabida en el discurso oficial, son representadas como amenazas al orden, lo que evidencia un intento de preservar una narrativa dominante.
Frantz Fanon:
Puede leerse también una continuidad de formas coloniales de poder. La marginalización de los jóvenes, especialmente en regiones periféricas, reproduce lógicas de alienación y violencia estructural. El artículo visibiliza estas voces, pero no profundiza en las raíces históricas de esa exclusión.
G. Modernidad líquida y contradicciones sociales: Bauman y Žižek
Zygmunt Bauman:
La inestabilidad laboral, la falta de horizontes vitales y la incertidumbre sobre el futuro son elementos clave de la modernidad líquida. Los jóvenes marroquíes habitan un presente volátil donde las instituciones no ofrecen marcos de seguridad, lo que alimenta la protesta.
Slavoj Žižek:
El texto deja ver una contradicción ideológica: mientras el Estado se presenta como reformista y moderno, opera con mecanismos de represión propios de sistemas autoritarios. Las protestas desenmascaran esa doble moral, abriendo un campo para la crítica radical.
III. Conclusión: Síntesis de riesgos, oportunidades y hallazgos conceptuales
Oportunidades identificadas:
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Las protestas son expresión de creatividad política, apertura al devenir y cuestionamiento de lo instituido.
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Visibilizan problemas estructurales que normalmente se mantienen en la periferia del discurso oficial.
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Representan un campo fértil para la construcción de nuevas formas de ciudadanía.
Riesgos señalados:
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La represión puede agravar la exclusión generacional y consolidar la desafección política.
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La censura digital y la vigilancia debilitan el espacio público y la deliberación democrática.
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El discurso mediático podría trivializar la complejidad del fenómeno al enfocarse en lo inmediato.
Hallazgos conceptuales clave:
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La tensión entre orden y disrupción define el campo político actual.
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La ética del futuro exige repensar la responsabilidad estatal más allá del corto plazo.
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La transformación social debe ser comprendida como proceso complejo y no lineal, articulando elementos subjetivos, tecnológicos y sistémicos.