Las mascotas se convierten en los reyes de la casa: el gasto medio por animal sube un 28% en cinco años, superando los 165 euros al mes

Fuente y enlace .


1. Contexto y tema central

Contexto

  • El artículo se publicó el 4 de octubre de 2025.

  • Se centra en España, con datos de encuestas (“A Better World for Pets: Radiografía de las mascotas en España”, Mars Iberia, estudio de Mars Iberia, etc.).

  • Trata de la evolución del gasto en mascotas, hábitos de consumo, valores éticos en decisiones de compra, y cómo las mascotas adquieren un carácter simbólico en muchas familias españolas.

Tema central

El artículo sostiene que el reconocimiento simbólico y afectivo de las mascotas como miembros plenos del hogar ha llevado a una transformación del mercado: el gasto medio por animal ha subido un 28 % en cinco años, superando los 165 € mensuales, con un aumento en la demanda de productos sostenibles, éticos y de calidad.

Los actores involucrados incluyen:

  • Los propietarios de mascotas, especialmente jóvenes (Millennials y Generación Z).

  • Las marcas de productos para mascotas y distribuidores (sector “pet care”).

  • Instituciones y asociaciones que recopilan datos (como Mars Iberia, AEDPAC, etc.).

  • El mercado (fabricantes, vendedores), que responde a valores de consumo ético.

El artículo sugiere que esta tendencia refleja un cambio cultural: muchos jóvenes priorizan tener mascotas frente a formar una familia tradicional, por razones como la precariedad laboral, los costes de vivienda, la inestabilidad socioeconómica.


2. Resumen con énfasis relevante para el análisis filosófico

  • En España hay más de 30 millones de animales domésticos.

  • El 74 % de los encuestados tiene al menos un perro; la mitad convive con gatos.

  • El gasto en mascotas (alimentación, accesorios, salud, higiene) ha aumentado notablemente en los últimos años: el gasto medio por hogar ha subido un 28 %.

  • Los hogares con perro destinan una media de 66 €/mes en alimentación, que representa cerca del 40 % del gasto total.

  • Se proyecta que el mercado del cuidado de mascotas (“pet care”) superará los 4.000 millones de euros en 2026.

  • En lo que respecta a valores de consumo, el 57 % de los consumidores se inclina por marcas con valores éticos visibles, y el 71 % estaría dispuesto a pagar más por productos sostenibles.

  • La “paternidad de mascotas” implica que las decisiones de compra no son meramente funcionales, sino simbólicas: expresan cuidado, responsabilidad, identidad, y consumo con conciencia ambiental.

Este fenómeno configura un nuevo modo de interacción entre lo humano y lo no humano (la mascota), y obliga a repensar las fronteras entre familia, consumo, afecto y responsabilidad ética.


3. Aplicaciones de perspectivas filosóficas

Voy a llevar el caso al terreno filosófico, empleando marcos de pensamiento relevantes:

Creatividad (Bergson, Whitehead)

  • Para Bergson, la creatividad se asocia con la novedad, el devenir y la innovación. El hecho de que el vínculo con las mascotas en muchas familias genere nuevas formas de consumo, nuevos valores éticos aplicados al mercado, puede interpretarse como una manifestación de creatividad social: se reconfiguran estructuras culturales antiguas (familia, cuidado, consumo).

  • En la filosofía de Whitehead, todo “evento” es creativo y forma parte de un devenir relacional. Las mascotas ya no son sólo objetos de cuidado pasivo, sino agentes integrados en la vida relacional de los hogares. En ese sentido, el vínculo transforma tanto al humano (su identidad, su práctica) como al mercado.

Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)

  • Desde Deleuze, podríamos pensar en este fenómeno como una “línea de fuga” en las normas tradicionales de la familia: los jóvenes escapan (o re-significan) la institución familiar clásica optando por “paternidad de mascotas”. Es una forma de subversión cultural hacia nuevas formas de vinculación afectiva.

  • Con Foucault, podemos ver cómo el mercado del cuidado de mascotas refleja relaciones de poder disciplinarias: las marcas definen estándares de “buena crianza”, salud, estética, consumo sostenible. Los dueños adoptan estos discursos como normas internalizadas (auto vigilancia): “debo comprar lo ético, lo saludable, lo premium”. Es una forma de gobernanza suave donde los consumidores actúan según normas estéticas y éticas impuestas por el mercado.

Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

  • Jonas propone una ética de la responsabilidad, especialmente hacia lo que viene (futuro). En este caso, los dueños de mascotas cargan una responsabilidad no sólo por su bienestar presente, sino por implicaciones ecológicas, sostenibilidad, huella ambiental de productos para mascotas.

  • También hay un deber hacia el ser vulnerable: los animales dependen completamente del humano. Esto exige una ética que reconozca su alteridad, no simplemente como objetos de consumo, sino como seres que merecen cuidado con respeto.

Sistemas complejos (Luhmann, Morin)

  • Desde Luhmann, la sociedad se compone de subsistemas (económico, normativo, afectivo). El fenómeno de las mascotas como “reyes de la casa” muestra cómo el sistema económico (mercado de mascotas) se entrelaza con el sistema afectivo (familia, amor) y el sistema normativo (ética, sostenibilidad).

  • Morin, con su enfoque en la complejidad, nos advierte que estos sistemas no pueden analizarse de manera aislada. Por ejemplo, lo afectivo, ecológico, cultural y económico se co-konstituyen: un cambio en el mercado de mascotas impacta en estructuras familiares, valores éticos, consumo sostenible, etc.

Tecnología, transparencia, autoexplotación (Byung-Chul Han)

  • Byung-Chul Han habla de una sociedad de rendimiento, transparencia, autoexplotación. En este contexto, los dueños de mascotas pueden verse presionados a demostrar que cuidan “correctamente” a sus animales: compra de productos ecológicos, marcas éticas, dispositivos tecnológicos para mascotas (rastreo, salud).

  • Esta presión puede derivar en una autoexplotación del consumidor: siempre buscando optimizar la salud, bienestar y “estatus” de la mascota, con una constante comparación y vigilancia (redes sociales, recomendaciones).


4. Oportunidades y riesgos

Oportunidades

  • Conciencia ética y ambiental: el giro hacia productos sostenibles y valores visibles puede impulsar innovaciones y regulaciones más responsables en la industria de mascotas.

  • Redefinición del lazo humano-animal: reconocer a los animales como miembros plenos puede fortalecer sensibilidades éticas hacia otros seres no humanos, expandiendo la consideración moral.

  • Innovación de mercado: surgimiento de productos más saludables, biodegradables, con menor impacto ambiental, lo cual puede beneficiar tanto a mascotas como al ecosistema.

  • Reconfiguración del modelo familiar: ofrece alternativas simbólicas a formas tradicionales de vida familiar, dando visibilidad a relaciones afectivas no humanas.

Riesgos y sesgos

  • Consumismo ético superficial (greenwashing): algunas marcas pueden explotarse del discurso responsable sin realmente cambiar prácticas.

  • Desigualdad en el acceso: este tipo de consumo “premium” puede excluir a quienes no tienen recursos, profundizando brechas sociales (no todos pueden permitirse mascotas costosas).

  • Reducción del animal a objeto simbólico: aunque se trate con cariño, existe el riesgo de objetivar al animal como un accesorio emocional, en lugar de reconocer su alteridad plena.

  • Hipervigilancia y estrés: los dueños pueden sentirse presionados hacia un rendimiento constante (salud, estética, cuidado tecnológico) del animal, transformando la relación en carga emocional.

  • Impacto ecológico oculto: el aumento del consumo en mascotas (alimentos, plásticos, transporte, productos desechables) puede generar externalidades ecológicas poco visibilizadas.

  • Commodificación de la afectividad: el vínculo emocional con un ser vivo podría mercantilizarse, convirtiéndose en una forma de capital simbólico.


5. Interpretación integradora

El artículo muestra cómo, en la sociedad contemporánea, las mascotas se han transformado en ejes afectivos centrales que reestructuran no solo las dinámicas familiares, sino también el mercado, la ética de consumo y las identidades de los individuos. Esa transformación no es meramente de lujo, sino que revela tensiones profundas:

  • La precariedad y la incertidumbre de la vida moderna empujan a muchas personas a buscar vínculos seguros y afectivos con seres no humanos (mascotas).

  • Esa búsqueda genera demandas éticas y de sostenibilidad que condicionan el mercado; pero ese mismo mercado impone normas de consumo que disciplinan al individuo.

  • Lo afectivo se entrelaza con lo económico, lo simbólico y lo ecológico: no hay una esfera puramente “privada” del cuidado de mascotas, sino un entramado complejo de influencias recíprocas.

Desde una mirada filosófica, este fenómeno puede leerse como un fragmento de lo que André Gorz llamaba “la vida buena” —no centrado en la acumulación de bienes sino en la calidad de los vínculos—, pero al mismo tiempo nos invita a una reflexión crítica: ¿hasta qué punto esas relaciones afectivas están mediadas por lógicas de mercado y disciplina? ¿Cómo preservar la dignidad del animal frente al riesgo de instrumentalización afectiva?

Las mascotas ocupan así un lugar simbólico y real que tensiona las fronteras entre lo humano y lo no humano, entre el consumo y el cuidado, entre la libertad afectiva y la vigilancia normada del consumo.