¿Primeras víctimas de la IA en España? La oferta de trabajo para programadores cae un 31% desde Chat GPT

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1. Identificación del contexto

El artículo aborda las transformaciones recientes del mercado laboral tecnológico en España tras la expansión de la inteligencia artificial generativa, especialmente desde la irrupción de ChatGPT en 2022. El texto destaca una caída del 31% en la demanda de programadores, aunque sin grandes despidos, señalando una “retención tecnológica” y un cambio estructural más que coyuntural.

Actores principales:

  • Programadores y profesionales TIC.

  • Empresas tecnológicas y pymes en proceso de digitalización.

  • Instituciones estadísticas (Eurostat, Departamento de Trabajo de EE. UU.).

  • IA generativa como agente disruptor estructural.

Tema central:
La tensión entre la automatización impulsada por la inteligencia artificial y la sostenibilidad del empleo humano en el sector tecnológico.


2. Análisis filosófico por categorías

A. Creatividad (Bergson y Whitehead)

El fenómeno descrito muestra una reconfiguración del impulso creativo en el ámbito tecnológico.

  • Desde Bergson, podríamos leer la irrupción de la IA como una manifestación del élan vital humano que, al extender su poder de creación, genera herramientas que lo transforman a sí mismo. Sin embargo, esta expansión parece fragmentar el vínculo entre creatividad y trabajo, sustituyendo la intuición humana por una “automatización de la intuición”.

  • Whitehead interpretaría este proceso como parte del proceso creativo cósmico, donde la IA no destruye sino que redistribuye la función creadora: el equilibrio (armonía) se desplaza del código hacia el diseño, la integración y la supervisión. El artículo sugiere que los desarrolladores no desaparecen, sino que mutan hacia nuevas formas de intervención tecnológica.

Conclusión parcial: la IA no elimina la creatividad, sino que la reubica; la crisis laboral expresa la transición de un tipo de creatividad técnica a otro más sistémico.


B. Disrupción y poder (Deleuze y Foucault)

  • Con Deleuze, el surgimiento de la IA puede entenderse como una línea de fuga respecto a la programación tradicional: escapa de los límites del trabajo humano repetitivo y produce nuevas formas de diferencia. Pero esa fuga, en lugar de liberar, genera un nuevo régimen de control —un devenir-IA del trabajo— que reorganiza las jerarquías laborales.

  • Desde Foucault, el artículo refleja una reconfiguración del régimen de verdad sobre el trabajo: el discurso económico naturaliza la sustitución tecnológica como “eficiencia inevitable”, invisibilizando las relaciones de poder que determinan qué tipo de conocimiento (humano o algorítmico) se considera más valioso. La reducción de la demanda laboral se presenta como un fenómeno técnico, cuando en realidad responde a decisiones políticas y empresariales sobre qué vidas y habilidades son rentables.

Conclusión parcial: la IA, más que una amenaza natural, es una tecnología de poder que redefine qué saberes merecen existir.


C. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

Desde el principio de responsabilidad, Jonas alertaría sobre la necesidad de anticipar las consecuencias a largo plazo de esta sustitución parcial del trabajo humano.
El artículo apunta que, aunque el empleo total crece, el valor del trabajo se precariza (menos rotación, menores salarios). Esto plantea una responsabilidad ética de las empresas y de los estados para equilibrar el progreso técnico con la dignidad laboral. La ética del futuro exige que la innovación no se mida solo en eficiencia, sino en sostenibilidad social.

Conclusión parcial: el desafío no es evitar la IA, sino asegurar que su desarrollo preserve la autonomía y el bienestar de las generaciones futuras.


D. Sistemas y complejidad (Luhmann y Morin)

  • Según Luhmann, el sistema económico-mediático se observa a sí mismo al hablar de la “caída del 31%”: el artículo funciona como observación de segundo orden, reproduciendo la autorreferencialidad del sistema laboral. El discurso periodístico se integra en la autodescripción del sistema tecnológico, legitimando la idea de que el mercado se autorregula.

  • Desde Morin, la situación refleja la complejidad del fenómeno: no hay un simple “desempleo tecnológico”, sino un proceso de reorganización global donde empleo, innovación y estructura económica interactúan. El artículo capta esta interdependencia sistémica al mostrar cómo la caída en las ofertas coexiste con récords de ocupación.

Conclusión parcial: el fenómeno laboral no puede entenderse linealmente; es un sistema adaptativo complejo donde pérdida y creación coexisten en equilibrio inestable.


E. Tecnología y autoexplotación (Byung-Chul Han)

La Gran Retención tecnológica descrita —profesionales que no cambian de empleo por miedo al contexto hostil— encarna el diagnóstico de Han sobre la autoexplotación. El trabajador digital se convierte en su propio vigilante, retenido por la ansiedad y la necesidad de seguir siendo productivo en un entorno cada vez más competitivo.
La “transparencia” de los algoritmos y la aparente meritocracia tecnológica encubren una nueva forma de servidumbre voluntaria: la del programador que ya no programa, sino que mantiene su lugar en el flujo automatizado del capital informacional.

Conclusión parcial: el sujeto digital es absorbido por la lógica del rendimiento, donde el miedo a ser reemplazado lo ata a su propia obsolescencia.


3. Oportunidades y riesgos

Oportunidades:

  • La IA puede liberar tiempo y recursos para actividades más creativas y de alto valor cognitivo.

  • La transición laboral abre espacios para redefinir el sentido del trabajo y la educación tecnológica.

  • Posibilidad de políticas públicas que orienten la IA hacia un desarrollo responsable y humano.

Riesgos:

  • Precarización de la fuerza laboral cualificada y pérdida de autonomía profesional.

  • Reproducción de desigualdades entre grandes tecnológicas y pymes.

  • Desplazamiento del poder del conocimiento humano hacia sistemas automatizados sin responsabilidad moral.


4. Conclusión general

El artículo no describe una catástrofe, sino una mutación estructural del trabajo. Desde una lectura filosófica, la IA actúa como un espejo del devenir humano: amplifica nuestra creatividad (Bergson), pero también nuestra vulnerabilidad (Han y Jonas). España aparece como un laboratorio de adaptación donde el sistema tecnológico busca equilibrio entre innovación y estabilidad.

El reto filosófico no es resistir la automatización, sino redefinir el sentido ético del trabajo humano en un mundo donde crear y ser reemplazado son procesos simultáneos.