Clamor en el consumidor contra la nueva escalada del precio de los alimentos: "Los mileuristas las pasamos canutas; no se puede comprar nada"

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I. INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO

Este artículo periodístico expone el creciente malestar de los consumidores españoles, especialmente aquellos con salarios bajos (mileuristas), frente a la escalada imparable de los precios de los alimentos básicos. Las declaraciones recogidas revelan un sentimiento de impotencia, frustración y desamparo ante la pérdida de poder adquisitivo. El texto da voz a ciudadanos comunes y plantea una crítica implícita hacia la falta de respuestas efectivas por parte del gobierno y del mercado.

Actores principales:

  • Consumidores (especialmente de bajos ingresos).

  • Grandes cadenas de distribución.

  • Gobierno (referido indirectamente).

  • Medios de comunicación como agentes de amplificación del descontento.


II. ANÁLISIS FILOSÓFICO

A. Ética y Responsabilidad – Hans Jonas

El artículo evidencia una ausencia del principio de responsabilidad en los actores económicos y políticos frente al sufrimiento cotidiano de la población. No se abordan acciones concretas para mitigar la inflación alimentaria ni se consideran las consecuencias a largo plazo de este deterioro del bienestar social. Jonas subrayaría la urgencia de una ética del futuro, ya que permitir que amplias capas sociales no puedan acceder a bienes básicos erosiona la sostenibilidad del tejido democrático y moral.


B. Discurso, Poder y Verdad – Michel Foucault

Aunque el artículo da voz a los ciudadanos, opera dentro de un discurso de visibilización momentánea, pero no de transformación estructural. Foucault nos permite ver que las quejas populares, cuando no se traducen en políticas, se convierten en discursos marginales. El verdadero “régimen de verdad” que estructura el mercado alimentario —basado en beneficios y no en necesidades— no se cuestiona radicalmente en el texto.


C. Hegemonía y Cultura – Antonio Gramsci

El tratamiento mediático de la noticia se enmarca dentro de una narrativa hegemónica, en la que se reconoce el problema, pero no se cuestionan las estructuras que lo producen. El capitalismo de consumo aparece como inevitable, y los actores sociales son retratados como víctimas pasivas. Gramsci alertaría sobre cómo este enfoque consolida una cultura de resignación más que de acción colectiva o resistencia.


D. Sistemas Complejos – Niklas Luhmann / Edgar Morin

Desde la perspectiva de Luhmann, el sistema mediático aquí cumple su función de observador de segundo orden: informa sobre las dinámicas sociales, pero no interfiere ni propone alternativas sistémicas. Reproduce el malestar sin incidir en las causas estructurales ni en las posibles salidas.

Morin aportaría una crítica al reduccionismo del enfoque: la problemática alimentaria no se analiza en relación con otros sistemas (energía, distribución, políticas fiscales, cambio climático), y se pierde así una comprensión compleja e integrada del fenómeno.


E. Modernidad Líquida e Inseguridad – Zygmunt Bauman

Bauman resulta especialmente pertinente: la precariedad como norma, el desvanecimiento de certezas básicas (como el acceso al alimento), y la inestabilidad del presente reflejan su idea de modernidad líquida. El artículo recoge testimonios que expresan el miedo de clase, una angustia permanente que no permite planificar el futuro, afectando la dignidad y la agencia del individuo.


F. Tecnología, Transparencia y Autoexplotación – Byung-Chul Han

Aunque no se menciona directamente la tecnología, la digitalización del consumo (apps, supermercados automatizados, etc.) y la transparencia de precios no han evitado el abuso o la especulación. Han alertaría de cómo el exceso de información no necesariamente empodera al consumidor: puede aumentar su sensación de impotencia al ver los precios pero no poder influir en ellos.

Además, el artículo revela un tipo de autoexplotación emocional: los consumidores no solo sufren materialmente, sino que cargan con la culpa de no poder sostener a sus familias, como si fuese un fallo personal y no estructural.


G. Pensamiento Crítico y Sociedad de Consumo – Herbert Marcuse

Marcuse advertiría que la protesta en el artículo no se traduce en acción crítica, sino que se interioriza como lamento. La ideología de consumo sigue vigente incluso en la queja: se habla de la pérdida de capacidad de compra, pero no de una crítica radical al sistema que genera tal desigualdad. La queja queda encapsulada dentro de los márgenes del sistema de consumo, sin amenaza real a su estabilidad.


III. CONCLUSIÓN: RIESGOS, OPORTUNIDADES Y HALLAZGOS FILOSÓFICOS

Riesgos identificados:

  • Normalización de la precariedad alimentaria como hecho inevitable.

  • Despolitización del descontento social: las quejas no articulan demandas ni alternativas colectivas.

  • Reproducción de narrativas hegemónicas que no problematizan el sistema económico.

  • Desconexión sistémica: los medios informan sin integrar factores estructurales ni promover análisis complejos.

Oportunidades:

  • El artículo puede servir como disparador ético y político, visibilizando un malestar profundo.

  • Ofrece espacio a la voz popular, aunque limitada, que puede ser punto de partida para nuevas formas de organización y acción.

  • Pone en evidencia la necesidad de repensar la relación entre economía, consumo y dignidad humana.

Hallazgos conceptuales:

  • La situación descrita es un síntoma de crisis de responsabilidad política y ética (Jonas).

  • Se evidencia la fragilidad del sujeto contemporáneo frente a estructuras impersonales (Bauman, Han).

  • El lenguaje periodístico reproduce sin desafiar profundamente las relaciones de poder y consumo (Foucault, Gramsci, Marcuse).

  • El análisis de la problemática demanda un enfoque más complejo y articulado que integre lo económico, lo simbólico y lo político (Morin, Luhmann).