O usas la IA, o te vas a la calle. El giro laboral que temíamos ha llegado antes de lo esperado

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Introducción

El artículo de El Confidencial (28 de agosto de 2025) aborda la decisión de la Comisión Europea de obligar a las empresas a implementar sistemas de inteligencia artificial (IA) en sus procesos internos. Se presenta como un cambio normativo que busca aumentar la competitividad y evitar que Europa quede rezagada frente a Estados Unidos y China. El texto resalta la tensión entre la necesidad de regulación y el riesgo de sobrecarga normativa, además de señalar que las pequeñas y medianas empresas pueden verse desproporcionadamente afectadas.


Análisis filosófico

1. Creatividad (Bergson, Whitehead)

  • Bergson: La medida refleja un intento de canalizar el élan vital de la innovación, pero al volver obligatorio el uso de IA, el impulso creativo deja de surgir de la intuición y la experiencia orgánica de las empresas para convertirse en un requisito normativo. Se corre el riesgo de vaciar la creatividad de su espontaneidad.

  • Whitehead: La decisión encarna el principio de proceso, pues la realidad económica europea se entiende como flujo que requiere adaptación constante. Sin embargo, la armonía entre lo nuevo y lo existente puede romperse si la normativa impone un ritmo uniforme que no respeta la diversidad empresarial.

2. Disrupción y poder (Deleuze, Foucault)

  • Deleuze: La IA es presentada como línea de fuga frente al estancamiento económico europeo. Pero al institucionalizarse como obligación, corre el peligro de convertirse en una nueva estructura rígida en lugar de abrir horizontes disruptivos.

  • Foucault: El discurso normativo muestra un claro régimen de verdad: que la competitividad tecnológica es un deber moral y económico. El poder europeo se legitima mediante el control del conocimiento y de las herramientas técnicas, estableciendo qué prácticas empresariales son “correctas”.

3. Ética y responsabilidad (Hans Jonas)

  • Desde la perspectiva del principio de responsabilidad, imponer IA de forma obligatoria plantea dilemas sobre los efectos a largo plazo: ¿se prioriza la eficiencia inmediata sobre el bienestar futuro? La obligación puede generar desigualdades tecnológicas, dejando atrás a empresas sin capacidad de adaptación y afectando el tejido social. Jonas subrayaría que toda innovación debe ser medida por su impacto en generaciones futuras, no solo por la competitividad presente.

4. Sistemas complejos (Luhmann, Morin)

  • Luhmann: El sistema económico se autoorganiza a través de dinámicas internas, pero la imposición externa de la IA puede alterar sus códigos de comunicación. El periodismo que narra este hecho actúa como observación de segundo orden, mostrando cómo el sistema político interviene en el económico.

  • Morin: El problema exige un pensamiento complejo: no basta con una mirada económica. La IA afecta educación, empleo, cultura y ciudadanía digital. La medida, al simplificar el fenómeno en términos de “competitividad”, ignora la interconexión de dimensiones sociales y humanas.

5. Tecnología, transparencia y autoexplotación (Byung-Chul Han)

  • La obligatoriedad de la IA encaja con lo que Han denomina autoexplotación digital. Las empresas serán forzadas a optimizar procesos, aumentar la transparencia de datos y rendir cuentas en tiempo real, lo que puede generar un régimen de eficiencia totalizante. El peligro es que la promesa de libertad digital se transforme en una presión constante hacia la hiperproductividad.


Conclusión

El artículo muestra cómo Europa busca compensar su rezago tecnológico imponiendo la IA como herramienta obligatoria. Desde una perspectiva filosófica:

  • Oportunidades: impulso de innovación estructural, adaptación sistémica, integración de nuevas formas de creatividad organizacional.

  • Riesgos: pérdida de espontaneidad creativa (Bergson), rigidez normativa que inhibe la disrupción (Deleuze), concentración de poder en discursos tecnológicos hegemónicos (Foucault, Gramsci), desigualdades sociales y empresariales (Jonas, Morin), y autoexplotación en nombre de la eficiencia (Han).

En síntesis, la medida encarna la tensión entre necesidad de adaptación global y riesgo de uniformización tecnológica, obligándonos a reflexionar sobre el equilibrio entre innovación y responsabilidad social.