Introducción breve
El artículo informa que, según el informe anual del servicio ANPE‑“Defensor del Profesor”, en el curso 2024‑25 se han atendido 2.004 casos de conflicto con docentes en España, de los cuales un 16 % proviene de faltas de respeto de las familias hacia el profesorado y un 8,1 % de presiones para que se suban las notas de sus hijos. También se señala que el malestar emocional del profesorado es “estructural”: el 71 % de los docentes atendidos sufren ansiedad; un 17 % cursaron baja; un 11 % presentan depresión.
El artículo plantea que estos conflictos no son incidentes aislados sino expresan una tensión más amplia del sistema educativo: sobrecarga burocrática, falta de apoyo institucional y una convivencia deteriorada.
Análisis filosófico
Creatividad (Henri Bergson, Alfred North Whitehead)
Desde la perspectiva creativa, cabe preguntarse cómo evolucionan las dinámicas educativas y los roles de los actores (familias, alumnado, docentes) en un sistema que exige cada vez más adaptabilidad y cambio. Bergson nos recuerda la importancia de lo nuevo, lo imprevisible —la “élan vital” en la vida—, y Whitehead habla de “organismos” en proceso, donde institución educativa es un organismo dinámico.
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Las presiones para “subir notas” pueden entenderse como una demanda de innovación (o deformación) de la función docente para satisfacer expectativas externas.
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La creatividad docente queda constreñida por normas, burocracia y autoritarismos implícitos, reduciendo la capacidad de experimentar pedagógicamente.
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La familia, al ejercer presión, impide que el proceso educativo despliegue su potencial creativo; más bien se convierte en un mecanismo de cumplimiento o de resultado (nota) más que de descubrimiento.
Disrupción o poder (Gilles Deleuze, Michel Foucault)
Desde Deleuze y Foucault podemos analizar las relaciones de poder y la mutación de los espacios de vigilancia y control en el ámbito educativo.
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Foucault: la educación como espacio de disciplina y control — la autoridad del docente, las normas del centro, la exigencia de resultados académicos. El incremento de conflictos señala una tensión entre autoridad docente y familias que cuestionan dicha autoridad o la buscan alinear a sus objetivos.
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Deleuze: la “línea de fuga” puede representarse en las familias que no aceptan pasivamente el sistema educativo sino que demandan adaptar el sistema a sus intereses (nota, progreso del hijo). Esta presión se convierte en una forma de “máquina deseante” que reconfigura la enseñanza.
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El malestar estructural puede entenderse como un producto de superposición de mecanismos de poder: burocracia, evaluación permanente, falta de apoyo. Los docentes se ven atrapados en una “espiral de exigencias” que los convierte más en ejecutores que en educadores.
Ética y responsabilidad (Hans Jonas)
La ética del futuro y la responsabilidad de Jonas implica pensar en el cómo actuamos en el presente y qué implicaciones tienen nuestras acciones para el mañana.
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Las familias que presionan para subir notas están, quizá inconscientemente, deseando el bien de sus hijos, pero ¿qué mensaje genera esto sobre la educación, el esfuerzo y la autorrealización?
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Los docentes tienen una responsabilidad ética frente a los alumnos: no sólo transmitir contenidos, sino cultivar autonomía, carácter y dignidad. Cuando la presión externa deviene en explotación emocional del docente, se vulnera esa responsabilidad.
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El sistema educativo, como institución social, tiene la responsabilidad de construir condiciones para una enseñanza digna y formativa; el artículo sugiere que esta responsabilidad está siendo descuidada (“falta de apoyo institucional”).
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Desde Jonas, hay que considerar que la facilidad para exigir notas puede acarrear consecuencias a largo plazo: desmotivación del docente, menor calidad educativa, desconfianza social.
Sistemas complejos (Niklas Luhmann, Edgar Morín)
El sistema educativo es un sistema social complejo, interrelacionado con la familia, el mercado laboral, la cultura, la tecnología.
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Luhmann diría que la educación es un sistema autónomo con necesidad de diferenciarse (auto‑referencialidad) pero también dependiente del entorno (como la familia). Los conflictos se originan cuando las expectativas externass se imponen internamente, reduciendo la diferenciación funcional del sistema.
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Morín enfatiza “lo complejo” y la necesidad de considerar múltiples variables: sociológicas, tecnológicas, psicológicas, institucionales. El artículo menciona ansiedad docente, uso del móvil, burocracia — todos estos elementos confluyen.
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El malestar docente no puede entenderse aisladamente: es producto de múltiples niveles: individual (ansiedad, depresión), institucional (burocracia), social (familia, movilidad, tecnología).
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La solución requiere una visión sistémica: no sólo sancionar familias, sino reconfigurar el sistema educativo, dotarlo de medios, reducir burocracia, reforzar formación para la convivencia.
Tecnología, transparencia, autoexplotación (Byung‑Chul Han)
Byung‑Chul Han ha señalado cómo la sociedad del rendimiento, la autoexplotación individual y la transparencia perpetua generan fatiga, vulnerabilidad y pérdida de sentido.
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El docente se encuentra en un régimen de rendimiento: resultados visibles (notas, informes, proyectos) y transparencia constante (evaluaciones, inspecciones), lo que contribuye al estrés. El artículo lo refiere: “espiral de exigencias, desmotivación y tareas burocráticas que les impiden centrarse en lo esencial: enseñar”.
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Las familias actúan bajo la lógica del rendimiento: sube la nota para que el hijo “salga adelante”. Esta presión externa internaliza la lógica del mercado en el aula.
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La tecnología (uso de móviles, pantallas) aparece como factor complejo: distrae, genera ansiedad, complica la convivencia.
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Transparencia y control: el docente está bajo la mirada de alumnos, familias, administración — lo que acentúa la sensación de vigilancia y desgaste.
Identificación de oportunidades y riesgos
Oportunidades
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Esta situación puede ser un momento de reflexión para rediseñar la relación familia‑escuela: fomentar una alianza más equilibrada que reconozca el papel educativo de ambos.
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Puede abrirse la puerta a la innovación pedagógica: liberación burocrática, formación en convivencia, nuevas formas de participación de familias y alumnado.
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Impulso para la mejora del bienestar docente: dotar de más recursos, formación en gestión emocional, protocolos de convivencia.
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Potencial para reforzar el sentido de la educación más allá de la nota: centrarse en formación integral, valores, autonomía.
Riesgos
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Si no se aborda, el malestar puede cronificarse y llevar a una crisis de la profesión docente: abandono, desgaste, peor calidad.
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Se puede reforzar la mercantilización de la educación: la nota como producto, la familia‑cliente que exige servicios, la escuela como servicio técnico.
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El desequilibrio de poder puede aumentar: las familias con más recursos presionan, mientras que otras quedan relegadas; puede aumentar la inequidad educativa.
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Tecnología, control y rendimiento pueden generar una auto‑explotación de los docentes y una alienación del acto educativo.
Conclusión
El artículo evidencia que el conflicto entre docentes, familias y el sistema educativo no es sólo un problema de convivencia puntual, sino que refleja tensiones profundas en el modelo educativo contemporáneo: expectativas de rendimiento, sobrecarga institucional, familias presionando, docentes desbordados. Desde las perspectivas filosóficas analizadas se puede ver que se trata de un sistema complejo que requiere repensarse: liberar la creatividad, revisar las relaciones de poder, asumir la responsabilidad ética del sistema, integrar visiones de sistemas complejos y atender las dinámicas de la sociedad del rendimiento.
Aprovechar esta crisis como oportunidad implica redefinir los fines de la educación, restituir al docente como agente formativo y no solo evaluador, implicar a las familias como parte responsable del proceso formativo, y prestar atención al bienestar de todos los actores. Si no, el riesgo es que la educación se degrade en su función social y formativa, y se convierta cada vez más en una máquina de resultados cuantificables donde se pierda el sentido de enseñar y aprender.